La firma de moda Louis Vuitton pagó 573.000 euros al Ayuntamiento de Barcelona para cerrar y hacer el desfile de su colección crucero 2025 en mayo pasado, en vísperas a la Copa del América, de la que fue el principal patrocinador. El cierre del espacio público provocó protestas de algunos sectores vecinales que lo consideraron una “privatización” parque frente al Ayuntamiento, que lo defendió como un acto positivo para la promoción exterior de la ciudad.

El Ayuntamiento de Barcelona no informó al ser requerido del beneficio que obtenía de esta cesión con el argumento de que se trataba de un “secreto empresarial”. Fuentes municipales defendían que es habitual no ofrecer detalles en los contratos de eventos en grandes instalaciones gestionadas, como es el caso, por Barcelona de Serveis Municipals (BSM) para preservar la confidencialidad y ser competitivos.

La cantidad que la firma pagó para cerrar el espacio y celebrar un desfile al que acudieron 600 personas, ha sido revelada por Nació Digital. El Ayuntamiento autorizó, mediante un decreto de alcaldía firmado el 25 de enero de 2024, el desfile de la firma de lujo. El decreto se firmó después de que la Comisión Técnica de Eventos del Park Güell proporcionara el 16 de enero una “opinión favorable” al desfile y considerara que el evento solicitado por Louis Vuitton, como patrocinador de la Copa del América, tenía “la excepcionalidad y relevancia suficiente para autorizarlo”. El 30 de abril, el Consistorio dio la licencia autorizando al distrito de Gràcia y a la firma de lujo a ocupar el espacio. La empresa pública BSM es la que realiza la gestión del parque y fue quien interlocutó con Louis Vuitton.

Durante los preparativos del desfile, en el montaje, la firma provocó daños en una escalinata del parque, por los que tuvo que pagar 3.552 euros, porque el espacio es un conjunto monumental declarado Patrimonio de la Humanidad.