Estaba llamada a ser la gran noche de la venganza para Luka Dončić. El esloveno, con los Lakers desde su sorpresivo traspaso de hace tres semanas, quería lanzar un mensaje contundente a los Dallas Mavericks, quien fue su equipo siete temporadas. Pero la nueva estrella de Los Ángeles se quedó corta en la velada en la que saboreaba la revancha contra la organización que lo dejó ir sin tocarse el corazón. Aún así, ha registrado su primer triple doble vestido de amarillo y morado (19 puntos, 15 rebotes y 12 asistencias). Si alguien evitó que la melancolía invadiera a los visitantes y su afición, que llevan en duelo desde inicios de mes, ese fue Kyrie Irving, el base de Dallas, quien tuvo una gran noche con 35 puntos. Este no pudo evitar la derrota de su equipo ante los de LeBron James (99-107).

“No sé qué pasó en el primer cuarto, no tengo palabras para explicarlo”, dijo Dončić a la televisión tras el encuentro. “No pude hacer mucho hoy, pero estoy satisfecho con el triunfo”, aseguró el escolta de 25 años, aliviado de que pasara el trago amargo que lo hizo enfrentarse a quien alguna vez lo consideró como su jugador central.

El jugador esloveno apareció esta tarde mucho más delgado en la cancha y muy sonriente. Evitó en todo momento a Nico Harrison el gerente de Dallas y el artífice del fichaje que lo puso con dirección al Pacífico. La afición de los Lakers le grito esta tarde: “¡gracias, Nico!“.

La cúpula de Dallas, un equipo que perdió la final el año pasado frente a Boston, ha negado que el traspaso fuera hecho con mala fe. Sin embargo, las semanas han dado lugar a especulaciones de que los dueños dudaban del compromiso de Luka con la franquicia y que este no trabajaba lo suficiente para mantenerse en forma. El presidente del equipo, Rick Welts, uno de los ejecutivos más exitosos de la NBA, confesó la semana pasada en una entrevista exclusiva con Dallas Morning News que subestimaron la respuesta de los aficionados. Esta fue de tal proporción que obligó a la organización a devolver el dinero de los pases de temporada a quienes reclamaron el traspaso.

Dončić saludó con calidez a sus excompañeros. En especial a Irving, a quien considera su “hermano”, así en español, y con el que repasó un apretón de manos especial. La estrella, no obstante, estuvo lejos de la forma dominante que mostró el sábado frente a los Nuggets en Denver, cuando marcó 32 puntos en 31 minutos. Ese sigue siendo su mejor partido con su nuevo equipo. Esta noche ha registrado su cuarto triple doble, el primero desde el 15 de diciembre.

Acostumbrado a la presión y altas expectativas, a Dončić le costó conectar con el juego en el arranque. Exjugadores como Shaq O’Neal o Vince Carter habían opinado que bastaría ver su primera canasta para saber qué tipo de noche tendría el número 77. Era el pronóstico de un par de veteranos. No se equivocaban. La pelota llegó a las manos de Dončić a los pocos segundos de iniciado el juego. Este buscó un triple. Y lo falló.

El esloveno anotó solo tres de siete tiros en el primer periodo. Más eficiente fue James, quien cargó con los Lakers en los minutos tempranos con siete puntos encestados rápidamente. Dončić asumió el rol de armador y se apoyó entre Rui Hachimura y Austin Reaves en los primeros dos periodos. En el segundo cuarto encontró a Reaves fuera del área con un pase a ciegas por la espalda, y este anotó un triple. El de Arkansas tuvo otra gran noche con 20 puntos. El japonés anotó 15.

Dallas estuvo abajo en el marcador la mayor parte del partido. Irving se convirtió en la principal fuerza ofensiva de un equipo lastrado por las lesiones. Anthony Davis, enviado a Texas a cambio de Dončić, fue ovacionado por los 19.000 espectadores del estadio Crypto antes del juego. Lo siguió desde la banca por una lesión en los abductores que lo tendrá marginado hasta mediados de marzo. En la lista de bajas también figuran Caleb Martin, Daniel Gafford y Dereck Lively. Esta noche perdieron a Dante Exum, quien abandonó tras un choque accidental con James.

Esto limitó el ataque de los Mavs. P.J. Washington marcó cero puntos en 34 minutos en la cancha. Los Lakers llegaron a ir ganando por 16 puntos. La remontada estuvo cerca en el último periodo gracias a 12 balones perdidos por los Lakers, que Dallas supo convertir en diez puntos. Pero sobre todo por Klay Thompson, quien encontró la canasta después de una primera mitad irregular. El excampeón con Golden State encestó tres triples consecutivos y anotó 11 puntos en el cierre del partido. E Irving colaboró con ocho.

No fue suficiente. En el ocaso del encuentro también desperezó LeBron James, quien solo había marcado dos puntos en el tercer periodo. En el cierre, cuando más se le necesitaba, la todavía gran estrella de los Lakers apareció para anotar 16 puntos entre triples en profundidad, mates y un par de canastas trabajadas bajo el tablero. En la noche de Luka ha sido el veterano de 40 años, quien cerró con 27 puntos y 13 asistencias, quien ha dicho “aquí sigo yo”.