Muere Merche Mar, la última gran vedette del Molino de Barcelona
La popular artista no consigue superar las secuelas de un ictus que sufrió hace unos días
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“Se me fundieron los cables mentales, y ya no escuchaba a nadie, tan sólo un ensordecedor murmullo, mientras iba y venía en un sin sentido con las cosas que se han guardado después de 18 años de vida, encerrada en aquellas, no sé si viejas o históricas paredes”, así recordaba Merche Mar en su biografía El Molino Historias de una vedette como el 14 de noviembre de 1997 quebraba el histórico cabaret barcelonés. Ella, con la obra Pluma y Peineta, fue la última vedette de este teatro que ya hacía años que había entrado en decadencia y que nunca consiguió recuperar el éxito de décadas anteriores. Mar ha fallecido este martes al no recuperarse de un ictus que sufrió hace unos días. Ni siquiera en sus memorias reveló los años que tenía.
Mar era una de las habituales en los estrenos de teatro y en las fiestas de una cierta farándula barcelonesa. “A mi familia nunca le pareció fácil que una jovencita como yo, con aficiones a la música adquiridas en un colegio de monjas, y que como regalo de cumpleaños tuvo en una ocasión un acordeón, se presentara un día, eso sí, acompañada por mi padre, a una especie de casting para entrar a trabajar en el Molino. Recuerdo perfectamente la entrevista con aquella señora menudita a quien todos llamaban doña Fernanda, directora y propietaria, que se sorprendió de mi corta edad para iniciarme en el music-hall”, así recordaba en sus memorias como entró a trabajar, todavía siendo menor de edad, en un Molino donde coincidió con artistas como Johnson y Escamillo.
El actor y agitador cultural Joan Estrada conocía bien a Mar. Estrada fue, entre otros, director artístico de El Molino. “Merche fue la vedette del Molino, toda su vida trabajó en el Molino y fue su símbolo. Es igual que el jugador que empieza en la cantera de un club y se retira con la misma camiseta. El resto de artistas iba cambiando de teatro Merche Mar no”, recuerda Estrada a EL PAÍS. “Representaba a la artista que contacta directamente con el público. Es un símbolo y muy buena persona, lo que no siempre es fácil ser entre la jungla que eran las vedettes de la época”, concluye Estrada.
Eduardo Gión es director de cine, teatro y documentalista obsesionado con el mundo del cabaret y del Paral·lel. “Para mí es de las mejores vedette de Barcelona”, sentencia. Gión también destaca la bondad de la artista: “Estrené el documental Madame Arthur en el Molino y la proyección se paró. Yo no conocía a Merché Mar pero ella subió al escenario a entretener al público durante los 15 minutos que tardé en arreglarlo. Le estaré siempre agradecido”, recuerda.
En su trayectoria ejerció como vedette cómica en la mayoría de ocasiones e intervino en espectáculos como Rubias y morenas, La flauta del faraón, Las pícaras molineras, Béseme donde quiera, Taxi al Molino y el último Pluma y peineta. Más de una década después del cierre, cuando el Molino intentó su reapertura en 2010 se intentó hacer un guiño y fue la primera en actuar en el espectáculo Made in Paral·lel. Una iniciativa que no funcionó y que acabó con la compra por parte del Ayuntamiento de Barcelona del centenario teatro del Paral·lel por 6,2 millones de euros. Mar actuó con otras vedettes como Lita Claver, La Maña, amparo Moreno o Susana Egea. Actuó en otras salas pero siempre fue fiel al Molino.
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