La Guardia Civil ha detenido en Guadalajara a un hombre sobre el que pende una orden internacional de detención emitida por Marruecos por formar parte de las filas de la organización terrorista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) en la zona de conflicto sirio-israelí, según ha informado este viernes el cuerpo policial en un comunicado. Hasta el pasado 10 de mayo, han sido detenidas en España 67 personas por terrorismo yihadista, según la contabilidad del Ministerio del Interior. La cifra ya supera los 61 arrestos de 2023. En todo 2024 hubo 89.

Los agentes del Servicio de Información, encargados de la lucha antiterrorista, localizaron a este objetivo gracias a la colaboración con la Dirección General de Vigilancia del Territorio (DGST, por sus siglas en francés, el servicio de inteligencia interior marroquí). Su detección en territorio español hizo posible que se reactivara la causa judicial que la justicia marroquí le había abierto.

Los “combatientes terroristas extranjeros”, como ha definido la Guardia Civil al arrestado, constituyen uno de los retos actuales del terrorismo, según se recoge en la última Estrategia Nacional contra el Terrorismo, publicada en 2024. “Representan un riesgo cada vez mayor para la seguridad nacional y la estabilidad internacional, ante el posible retorno a sus países de origen o residencia”, se asegura en el texto. Se trata de un problema compartido por toda la UE, que tiene en cuenta los peligros asociados al entrenamiento y adoctrinamiento que habrían recibido, a la posibilidad de que puedan actuar en España, así como a su potencial como captadores de nuevos terroristas o sus posibles vínculos con organizaciones terroristas.

La Guardia Civil ha destacado la importancia del esfuerzo que llevan a cabo en los últimos años los países desde los que estos combatientes se desplazaron a zonas de conflicto para que respondan ante sus autoridades judiciales por los delitos de terrorismo de los que son responsables.

Desde el inicio del conflicto en Siria en 2011, un número significativo de individuos de origen español o residentes en España se han unido a grupos terroristas como ISIS y Al Qaeda. Además de por sus conocimientos, pueden adoptar una posible posición de liderazgo, que les convierta en “ejes vertebradores de la concienciación radical”.

España monitoriza este fenómeno con un listado único común de combatientes extranjeros, del que es responsable el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), actualizando las medidas de control policial y judicial y compartiendo información a través de los canales habituales.

Las últimas estadísticas del CITCO, de 2024, recogen que 272 yihadistas salieron de España desde 2015 (una cifra relativamente baja comparada con países como Francia, con casi 2.000; Alemania, más de mil, o Bélgica, por encima de 500). De ellos, al menos 65 han retornado a Europa, más de un centenar ha muerto y el resto continúa en zonas de conflicto, como Siria o Irak.