El presidente francés, Emmanuel Macron, el único líder de la Unión Europea por ahora que ha tenido un contacto directo con el estadounidense Donald Trump, previno al magnate republicano sobre las consecuencias de un mal acuerdo para acabar con la guerra de Rusia contra Ucrania. En su reunión del lunes en la Casa Blanca, Macron recordó al estadounidense los anteriores pactos de alto el fuego para la guerra de Donbás en 2014 y 2015 (la región del este de Ucrania parcialmente ocupada por Rusia) que Moscú violó sistemáticamente, según ha explicado a sus homólogos europeos en una breve reunión por videoconferencia convocada por el presidente del Consejo Europeo, António Costa, según informan fuentes conocedoras de la discusión. Un nuevo fiasco tendrá un efecto grave no solo en la seguridad europea, sino también en el legado estadounidense.

Macron, que este miércoles cenó en París con el futuro canciller alemán, Friedrich Merz, se ha erigido como el interlocutor europeo de Trump. Sin embargo, el desprecio de la Administración Trump por la UE y las instituciones europeas ha vuelto a quedar claro este miércoles, cuando el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, ha cancelado una reunión prevista con la alta representante para política Exterior y Seguridad de la UE, Kaja Kallas, en Washington. Un portavoz de la Comisión Europea ha asegurado que la cita, en la que la jefa de la diplomacia europea quería hablar sobre la guerra en Ucrania y el vínculo euroatlántico, se ha pospuesto por “problemas de agenda”. Mientras, delegaciones de EE UU y Rusia se disponen a reunirse este jueves en Estambul para seguir avanzando en la normalización de sus relaciones.

Pese a esto, y a los ataques de la Casa Blanca, la UE tiene claro que debe tratar de preservar el vínculo con Estados Unidos. El presidente francés cree que Europa debe seguir haciendo pedagogía sobre su apoyo a Ucrania en la guerra lanzada por el Kremlin —soporte que Trump ha minimizado— y demostrar a EE UU que está dispuesto a asumir más ayuda militar y financiera al país invadido por Rusia, en una guerra en suelo europeo, explican fuentes al corriente de la reunión entre los Veintisiete.

La visita de Merz a París, adelantada por la prensa alemana y confirmada por el palacio del Elíseo, es significativa de la urgencia del momento. El democristiano alemán, vencedor en las elecciones del domingo, no será canciller hasta que haya negociado una coalición con los socialdemócratas, previsiblemente a mediados de abril. Pero Macron ya lo ha incorporado a las conversaciones que pueden definir el futuro de Europa. El futuro canciller, un veterano atlantista y europeísta, ha asumido el giro que representa Trump para la UE y la OTAN. “Mi prioridad absoluta”, ha declarado, “es reforzar Europa tan rápido como sea posible para que, paso a paso, alcancemos la independencia de Estados Unidos”

Los aliados europeos de Kiev estudian ahora fórmulas para ensanchar el capítulo de defensa, con un fondo especial destinado a artillería, defensa aérea y equipos de entrenamiento que podría debatirse en la cumbre extraordinaria del 6 de marzo. “Para lograr la paz a través de la fuerza debemos actuar juntos”, ha dicho tras la reunión el presidente lituano, Gitanas Nauseda.

En su reunión del lunes, Macron también reconoció a Trump la necesidad de que los europeos aumenten sus partidas militares (una de las exigencias más claras de la Casa Blanca). En la próxima cumbre, la Comisión Europea pondrá sobre la mesa varias opciones a corto, medio y largo plazo, que podrían ayudar a los Estados miembros a incrementar ese gasto y a impulsar a la vez la industria militar.

Además, según explican fuentes diplomáticas, el francés alertó sobre los efectos para ambos bloques de una guerra comercial, en particular sobre lo difícil que les resultará a los europeos gastar más en defensa, como exige Estados Unidos, si se imponen aranceles a los productos europeos, explican las fuentes consultadas. Macron, además, no logró que el presidente estadounidense se implicase para construir una arquitectura que proporcione garantías de seguridad a Ucrania, como pretenden los aliados europeos, tras un hipotético acuerdo para poner fin a las hostilidades, que podría implicar el despliegue de tropas europeas de “mantenimiento de la seguridad”.

El asunto no se ha dado por cerrado. Trump se verá con el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, este viernes, en Washington, para firmar el acuerdo sobre minerales y tierras raras, en el que Kiev tiene la esperanza de incluir de alguna forma la implicación de EE UU en la futura arquitectura de seguridad ucrania. Antes, el magnate republicano se verá con Keir Starmer, el primer ministro del Reino Unido (otro país con armas nucleares), este jueves en Washington. El domingo, varios líderes europeos viajarán a Londres para volver a hablar sobre Ucrania y sobre defensa ante un panorama geopolítico global en llamas. Se espera que esta reunión tenga el mismo formato que la celebrada el lunes en París y a la que acudió el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.