En la inflamada relación que mantiene Junts per Catalunya con el Gobierno, el sosiego se ha enviado esta vez desde Bélgica. Carles Puigdemont, más habituado a azuzar que a aplacar, ha intervenido para mitigar los recelos de su partido con el acuerdo entre el PSOE y ERC de cara a aplicar una quita de 17.104 millones de euros a la Generalitat, equivalentes al 22% de la deuda adquirida mediante el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) y a casi el 20% de todas las obligaciones de la Generalitat. Desde Barcelona, Junts había valorado el trato con escepticismo, “la experiencia nos demuestra que puede ser un nuevo timo, que nos quieran dar gato por liebre”, y el expresident ha reaccionado con otro tono: “Que ahora se perdone una parte es mejor que no se perdone nada”, ha señalado en un escrito publicado en las redes sociales. Evitando realizar un desmentido interno, Puigdemont atribuye a una mala praxis periodística las informaciones que aluden a las reservas que había mostrado Junts, en relación con la quita de la deuda. “O les falta comprensión lectora o les sobra mala fe”, ha señalado en una reflexión dedicada a la prensa.

Puigdemont señala que su partido “siempre ha pedido la condonación de toda la deuda” y critica que “no se dan explicaciones de por qué razón se perdona el 50% de la deuda a Andalucía y solo el 20% a Cataluña”. Pese a ello, aprecia el avance como algo positivo y reprocha que “se haga correr el rumor que JuntsxCat no quiere que a la Generalitat se le condone una parte de la deuda que tiene con el Estado”. Este martes, la portavoz de Junts en el Parlament, Mònica Sales, aseveró que “el café para todos no es la opción de Junts”, y reivindicó que la formación ya hizo su propia propuesta sobre la deuda catalana con el FLA: “la condonación total”, dijo, y la cifró en un impacto de 73.000 millones de euros. El lunes, en una comparecencia en Barcelona, Jordi Turull, secretario general de JxCat, subrayó que, en sus negociaciones con el PSOE, Junts parte de una premisa: “Poner fin al café para todos”.

Sales, en la rueda de prensa en el Parlament, resaltó que el pacto entre ERC y el Gobierno por el FLA “no arregla el agravio de la financiación” de Cataluña y subrayó que el Estado “condonará más deuda a Andalucía que a Cataluña”, y que, en términos porcentuales, Andalucía y Madrid pasan “por delante” de la Generalitat.

Puigdemont, que este fin de semana ordenó retirar la cuestión de confianza que Junts pensaba impulsar contra el presidente Pedro Sánchez, considera que a a su partido se le coloca a menudo en el ojo del huracán por su estrategia de exigencias, y que no se hace el mismo análisis con otras formaciones. “Estamos trabajando para que la Generalitat tenga más recursos a través del techo de gasto. ¿Sería un error decir que quien se opone a un reparto más justo de este techo no quiere que la Generalitat tenga más dinero?”.

Junts sigue a la espera de poder presentar un avance en el traspaso de las competencias sobre inmigración a la Generalitat. La dirección del partido admite que la negociación con el Gobierno por este tema sigue abierta, pese a que existía un compromiso de sellar el traspaso antes de finalizar 2024. Mientras, Esquerra Republicana sí ha presentado un acuerdo para lograr el traspaso de los trenes de Rodalies o el reciente acuerdo por la condonación del FLA. Sobre este punto, Puigdemont considera que “el problema de la financiación de Cataluña (…) es el propio sistema, que es injusto e insuficiente” y se agrava, dice, por la falta de ejecución de las inversiones comprometidas. En una alusión a Esquerra, el expresident apunta que “el problema se hace más grave cuando grupos catalanes le aprueban cada año al Gobierno los presupuestos que el mismo Gobierno ha incumplido año tras año”. Por su parte, el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha relacionado la retirada de la cuestión de confianza a Sánchez con la incorporación de Ramon Tremosa, exconsejero de Junts, a la compañía Aena, empresa con mayoría de capital del Estado.