En el año 2016, la madrileña Natalia Rodríguez dejó su trabajo para cuidar a un familiar. En sus muchas horas haciéndole compañía en el hospital se le ocurrió una idea: audios inmersivos que permitiesen a los pacientes salir de excursión por el campo o el mar sin moverse de la cama. El proyecto se llama Lulú y se hizo realidad hace unas semanas. Es el más reciente de Saturno Labs, start-up especializada en inteligencia artificial que ella misma fundó en 2019. Entre medias, la compañía ha desarrollado iniciativas para Amazon, Fundación ONCE o clubes deportivos profesionales entre otras compañías de sectores como salud, social o legal. En 2024, su facturación rondó el millón y medio, y este año esperan que llegue a entre tres y cinco millones en función de cómo salgan varias propuestas que tienen entre manos.

Rodríguez, hoy con 34 años, inició su andadura laboral en el deporte profesional. Jugó al baloncesto en equipos como el Estudiantes. Empezó entonces su formación como ingeniera de telecomunicaciones en la Universidad Politécnica de Madrid. Compaginarlo con su carrera deportiva fue complicado y, finalmente, dejó las canchas. Luego cursó un doble máster de procesado de señales, machine learning y big data. Pasó por grupos de investigación universitarios, emprendió —en 2014 creó Mujeres que corren, junto a Cristina Mitre— y se adentró en el sector privado, hasta que decidió volver a lanzarse al vacío con Saturno Labs. Lo hizo bajo una idea aparentemente sencilla. “Construir productos y negocios con tecnología a partir de los problemas de las personas”, subraya quien ahora estudia un doctorado en Ciencias de la Salud y en 2023 fue premio Nacional de Innovación.

Uno de los primeros pasos de la empresa fue un proyecto de servicios de voz para Amazon. Desde entonces, Saturno Labs funciona como un grupo de investigación privado en inteligencia artificial. Su equipo, formado por una treintena de personas, desarrolla tecnología que permite ofrecer soluciones a los retos que sus clientes les plantean. “No tenemos un producto concreto. Pero sí muchas piezas que, como un Lego, se pueden componer de distinta manera para adaptarse a proyectos muy específicos”, señala Rodríguez desde el evento Woman Leaders Retreat en Marbella. Es como un sastre que realiza trajes a medida. Hoy es uno de los principales proveedores de voz para Amazon y ofrece numerosas funcionalidades a Alexa, como un asistente con pantalla táctil que permite realizar un seguimiento integral a los mayores que viven solos en casa gracias a chequeos periódicos, y propone una conversación como la que tendrían con doctores y psicólogos. Incluye funcionalidades para ocio, familia o incluso lo que denominan “yayotinder” para que los usuarios puedan realizar videollamadas con personas de su mismo perfil.

La emprendedora también ha desarrollado otra herramienta para pacientes con distintas enfermedades, como cáncer. O como el citado Lulú, que ya se puede usar en el madrileño HM de Sanchinarro y espera pueda ser utilizado en el futuro en la sanidad pública.

La salud es uno de los principales sectores de negocio para Saturno Labs, pero también trabaja en sistemas que rastrean información jurídica o analizan métricas de profesionales de baloncesto y fútbol. Ahora han conseguido abrirse camino en el ámbito de las administraciones públicas con iniciativas como Cibeles+, proyecto para el Ayuntamiento de Madrid que facilita el acceso del ciudadano a la información urbanística de manera rápida y sencilla. “Nuestra tecnología es versátil y puede afrontar problemáticas muy diferentes”, concluye Rodríguez. En 2025 quiere consolidar la presencia internacional en México y Estados Unidos.